La terapia familiar es un tipo de terapia psicológica (psicoterapia) hecha para ayudar a los miembros de la familia a mejorar la comunicación y resolver los conflictos. La terapia familiar es generalmente proporcionada por un psicólogo, trabajador social clínico o terapeuta con licencia. Estos terapeutas tienen títulos universitarios o de postgrado y pueden ser acreditados por la Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar (AAMFT).
La terapia familiar es a menudo a corto plazo. Puede incluir a todos los miembros de la familia o sólo los más capaces de participar. Su plan de tratamiento específico dependerá de la situación de su familia. Sesiones de terapia familiar que pueden enseñar habilidades para profundizar en las relaciones familiares y pasar momentos de estrés, incluso después de que haya terminado yendo a sesiones de terapia.
Por qué se hace
La terapia familiar puede ayudar a mejorar las relaciones problemáticas con su cónyuge, hijos u otros miembros de la familia. Usted puede tratar temas específicos tales como problemas maritales o financieros, los conflictos entre padres e hijos, o los efectos de abuso de sustancias o una enfermedad mental en la familia entera.
Su familia puede continuar la terapia familiar junto con otros tipos de tratamiento de salud mental, especialmente si uno de ustedes tiene una enfermedad mental o adicción que también requiere de terapia individual o de un tratamiento de rehabilitación. Por ejemplo, la terapia familiar puede ayudar a los miembros de la familia hacer frente si un familiar tiene esquizofrenia – pero la persona que tiene esquizofrenia debe continuar con su plan de tratamiento individualizado, lo que puede incluir medicamentos, consejería uno-a-uno o de otro tratamiento.
En el caso de adicción, la familia puede asistir a terapia familiar, mientras que la persona que tiene una adicción participa en el tratamiento residencial. A veces la familia puede participar en la terapia familiar, incluso si la persona adicta no ha buscado su propio tratamiento.
La terapia familiar puede ser útil en cualquier situación familiar que causa el estrés, el dolor, la ira o el conflicto. Le puede ayudar a usted ya su familia a que entienda mejor unos a otros y te llevará más cerca.
Cómo prepararse
La única preparación necesaria para la terapia familiar es encontrar un psicólogo u otro tipo de terapeuta con licencia. Usted puede preguntar a su médico de atención primaria lo derive a un terapeuta. Miembros de la familia o amigos pueden dar recomendaciones basadas en sus experiencias. Agencias de salud mental de su compañía de seguros de salud, los programas de asistencia al empleado, el clero, o estatales o locales también pueden ofrecer recomendaciones.
Antes de programar sesiones con un terapeuta, considere si el terapeuta sería una buena opción para su familia. Aquí están algunas cosas a tener en cuenta y algunas preguntas para hacerle:
• La educación y la experiencia. ¿Cuál es su formación académica y la formación? ¿Tiene licencia por el estado? ¿Está acreditado por la AAMFT u otras organizaciones profesionales? ¿Cuál es su experiencia con el tipo de problema de mi familia?
• Ubicación y disponibilidad. ¿Dónde está su oficina? ¿Cuáles son sus horas de oficina? ¿Está disponible en caso de emergencia?
• La longitud y el número de sesiones. ¿Cuánto dura cada sesión? ¿Con qué frecuencia se programan sesiones? ¿Cuántas sesiones debo esperar a haber?
• Las tasas y seguros. ¿Cuánto cobras por cada sesión? ¿Sus servicios cubiertos por mi plan de seguro de salud? ¿Tendré que pagar por adelantado el total de su importe? ¿Cuál es su política de cancelación de sesiones?
Qué esperar
La terapia familiar típicamente trae varios miembros de una familia por sesiones de terapia. Sin embargo, un miembro de la familia también puede ver a un terapeuta familiar individual. Sesiones suelen tardar unos 50 minutos a una hora. La terapia familiar es a menudo a corto plazo – por lo general menos de seis meses. Sin embargo, la frecuencia con la que se encuentran y el número de sesiones que necesitará dependerá de la situación particular de su familia y de la recomendación del terapeuta.
Durante la terapia familiar, se le examina la capacidad de su familia para resolver problemas y expresar pensamientos y emociones. Usted puede explorar los roles familiares, las normas y pautas de comportamiento con el fin de identificar los problemas que contribuyen al conflicto -, así como la manera de trabajar a través de estos temas. La terapia familiar puede ayudar a identificar las fortalezas de su familia, tales como el cuidado de los unos a los otros, y los puntos débiles, tales como dificultad para confiar en los otros.
Por ejemplo, digamos que su hijo adulto tiene depresión. Su familia no entiende su depresión o la mejor forma de ofrecer apoyo. Aunque usted está preocupado por la salud de su hijo, las conversaciones con su hijo o de otros miembros de la familia entran en erupción en argumentos y te dejan sentir frustrado y enojado. Comunicación disminuye, las decisiones van sin hacer, y la brecha se ensancha.
En tal situación, la terapia de familia puede ayudarle a identificar sus desafíos específicos y cómo su familia les está manejando. Guiado por su terapeuta, usted aprenderá nuevas formas de interactuar y superar patrones poco saludables de relacionarse entre sí. Usted puede fijar metas individuales y familiares y trabajar sobre las formas de alcanzarlos. Al final, su hijo puede estar en mejores condiciones para hacer frente a su depresión, y toda la familia puede lograr un sentido de comprensión y solidaridad.
Resultados
La terapia familiar no resuelve automáticamente conflictos familiares o crea una situación desagradable desaparece. Pero puede ayudarle a usted y a su familia a entender mejor unos a otros, y usted puede proporcionarle habilidades para hacer frente a situaciones difíciles de una manera más eficaz.